Victoria por la mínima in extremis contra el Atlético de Madrid, empate a dos contra la Real Sociedad, empata a cero contra el Real Madrid, no son buenos resultados, salvo el del Wanda Metropolitano, tampoco son malos, incluso si en vez de estar hablando de partidos de liga estuviéramos hablando de partidos de Champions pensaríamos que incluso son muy buenos resultados, un cero a uno y un empate a goles fuera de casa en partidos de eliminatorias siempre es bueno, y no encajar en casa también los es. Así, pues, seguramente, los aficionados culés que solo piensan en ganar la máxima competición europea deben de estar más que satisfechos con lo que se ha visto en estos tres partidos.

En todos estos enfrentamientos, tanto los de fuera como el de casa, el Barcelona siempre ha dejado la iniciativa al equipo rival, algo entendible cuando juegas fuera, pero no tanto cuando juegas en casa ante tu máximo rival, al que se le tiene que ganar para tener mejores probabilidades de ganar la liga.

Además, el equipo no solo dejo la iniciativa en ciertos momentos del partido, sino que lo hizo en casi toda su totalidad. Bien es cierto, que, a excepción del Atlético de Madrid, tanto los vascos como los blancos no crearon demasiado peligro, y los partidos eran más o menos tranquilos.

Pero hubo fallos, hubo errores en San Sebastián, que nos costaron dos goles, y por ende el empate y también los hubo en el Camp Nou, donde los delanteros del Barça tuvieron alguna que otra ocasión para chutar en muy buenas condiciones, pero erraron.

Del juego del Barça, a parte de ser tremendamente defensivo, es que es muy impulsivo, impreciso e impaciente cuando se tiene la pelota, como si el partido se estuviera a punto de acabar desde el primer minuto, y el Barça necesitase marcar como fuera. Si bien puede funcionar contra equipos menores, no funciona muy bien contra grandes equipos, con defensas curtidas en mil batallas, bien posicionadas y a las que hay que atacar con un juego mucho mejor pensado, que no el de tener la pelota y correr a ver si en una de esas, con un pase aquí, un rebote allá se llega a marcar y a ganar el partido.

Los aficionados al Barça que solo les importa ganar la liga, deben de estar más que contentos, el Barça ha demostrado que también es capaz de meter el cerrojazo en partidos contra equipos grandes, un aspecto muy importante si se quiere ser campeón de la Champions, ahora solo hace falta afinar la puntería, para aprovechar las escasas ocasiones que crea el equipo, tienen hasta el 25 de febrero para ir trabajando en ello.

Los aficionados que quieren, además, ganar la liga ya deberían de saber que, jugando de esta manera, se perderán mucho más punto, no solo en el Camp Nou, sino que también a domicilio, aunque jueguen los partidos con actitud, con seriedad y correctamente. Dejar la pelota al rival da a pie de que puedan marcar.

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